"Un hombre endeudado es hasta ahora un esclavo" - Ralph Waldo Emerson

12 de agosto de 2013

Efectivo vs Tarjeta de Crédito... ¿Qué sería lo menos malo?

A raíz de la reciente presentación que el Sr. Presidente de la República Lic. Enrique Peña Nieto hizo de una iniciativa de "Reforma Financiera" que tendría como su objetivo fundamental "otorgar créditos más baratos", teniendo presente la historia y desenlace de la crisis político - financiera que sucedió en México en el lapso de 1970 - 2000, en el contexto de una posible nueva etapa de expansión del crédito a partir de dicha iniciativa de reforma financiera (que aún tiene que ser discutida y aprobada por el Legislativo), es igualmente importante no olvidar la crisis financiera que durante los 90's dio origen a una devaluación más del peso mexicano (1994 - 1995), la casi quiebra del sector financiero, el desorbitado encarecimiento del crédito y su consecuencia específica en el crecimiento explosivo del número de deudores del sector financiero y la aparición de entidades como "El Barzón" que agrupó a un gran número de esos mismos deudores.

En la antesala de la discusión política y "posible" aprobación de esa "reforma financiera", considero que ante la insuficiencia histórica del poder adquisitivo del salario así como los cada vez más frecuentes trucos de instituciones financieras para colocar entre posibles "clientes" tarjetas de crédito no solicitadas, no sería sorpresivo que algún cliente bancario optara por quedarse con la tarjeta como un medio para adquirir bienes y servicios que necesite pero que no puede adquirir con su salario actual (aunque hay otros clientes que se endeudan sin tomar precauciones más allá de su capacidad real de pago).

En este contexto, como una referencia de la magnitud del problema de endeudamiento vía tarjetas de crédito, de acuerdo a especialistas, una proporción aproximada de 1 millón de esos usuarios se encuentra endeudado y con el riesgo latente de encontrarse en situación de impago lo que es la llave de actuaciones ilegales posteriores por parte de despachos de recuperación de cartera cuya actuación ilegal está ampliamente documentada ya.

Ahora bien, al encontrarse muchos de estos deudores ante la presión de no tener los recursos suficientes para pagar, pueden encontrarse ante la disyuntiva de recurrir a "sociedades anónimas" que están fuera de la regulación de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y de la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros y que presuntamente ofrecen a esos clientes "financiamiento" para pagar deudas o comprar casa o automóvil, sin embargo, estos últimos no tienen garantía alguna de que luego de pagar a esas "sociedades anónimas" una "comisión por gestoría", recibirán los recursos solicitados lo que configura un engaño evidente ante el que difícilmente podría defenderse.

¿Qué poder hace en un escenario esencialmente complicado para un deudor cuando no tiene los recursos propios suficientes para pagar y que corre el riesgo de ser intimidado por los múltiples abusos de esos despachos de recuperación de cartera?

Ciertamente el pago en efectivo siempre será mejor, sin embargo, factores fundamentales como la todavía limitada capacidad de compra del salario en México (tema que volveré a tocar en siguientes publicaciones) debe ser un elemento que debes tener presente al planear compras de bienes y servicios que realmente te sean necesarios...




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